Los ensayos en chimeneas, también conocidos por sus muchos otros nombres como ensayos en fuente, ensayos de emisiones en la fuente, ensayos de emisión de gas, y ensayos isocinéticos en chimeneas tiene como objetivo recolectar una muestra representativa del gas dentro de una chimenea para que sea analizado y así poder saber cuántos contaminantes aéreos están siendo emitidos al medio ambiente.

Una de las partes más importantes de tomar una muestra representativa es la necesidad de tomar una muestra de manera isocinética. El gas que bombeamos del flujo de gases de escape en la chimenea debe estar a la misma (“iso”) velocidad (“cinético”) que la velocidad del flujo de los gases de escape. Debido a que las temperaturas y las velocidades en diferentes lugares de la chimenea son diferentes, y se encuentran cambiando constantemente, tomar una muestra isocinética es una tarea compleja.

Una chimenea es un ejemplo de un punto fuente y una fuente estacionaria de contaminantes aéreos; contrario a las fuentes fugitivas o de área tales como el polvo de caminos sin pavimentar y fuentes móviles como los vehículos. Los contaminantes pueden ser dioxinas y furanos, “polvo” (por ejemplo material particulado y particulados sólidos), mercurio (Hg), COVs (compuestos orgánicos volátiles), y gases de efecto invernadero causantes del cambio climático antropogénico como el dióxido de carbono (CO2).

La información sobre el ensayo en la chimenea normalmente es reportada a las autoridades regulatorias (agencias de protección del medio ambiente, ministerios del ambiente, etc.) para demostrar que se cumple con los estándares o límites de emisiones. Pero también se usa para hacer inventarios de emisiones, en los cuales se intenta determinar la cantidad total de contaminantes aéreos despedidos a la atmósfera. La información obtenida de los ensayos en chimeneas también es usada en las Auditorías de Ensayos de Precisión Relativa (AEPR/RATA) para revisar la calidad de la información de monitores de emisión continua (MEC/CEMS).